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Jan 29, 2019 | Carol E. Barnwell

Fundaciones se preparan con subsidios con la visión de crecer

El ministerio de la Diócesis de Texas se ha beneficiado de la generosidad y previsión de muchas personas. En 1950,  el obispo Clinton Quin fue el primero en buscar fondos para el Hospital Episcopal San Lucas en el Centro Médico de Texas, él fue en busca del petrolero Roy Cullen y le pidió un millón de dólares. El Sr. Cullen lleno de fe le expidió un cheque ese mismo día. Nadie podría haberse imaginado que 63 años más tarde, la unidad de atención médica especializada daría paso a la Fundación Episcopal para la salud (EHF por sus siglas en inglés) junto con otra fundación dedicada a plantar nuevas iglesias. La Fundación Episcopal para la Salud genera subsidios de los intereses obtenidos de un fondo de un billón de dólares y la Fundación la Gran Comisión, con un fondo de $126 millones de dólares brinda financiamiento a nuevas iglesias que están siendo plantadas.  

Cuando Pete Coffield, quien era feligrés de la iglesia Santo Tomas en Rockdale, murió en el año 1979, dejo una gran herencia a los  Chicos Exploradores “Boy Scouts”, al ejercito de salvación y a la Diócesis Episcopal de Texas. Con la ayuda de supervisión experta de parte de varios talentosos miembros del consejo directivo, los $25 millones de dólares iniciales que se dieron como regalo, establecieron la Fundación Episcopal de Texas y al día de hoy cuenta con un capital de $75 millones de dólares.  El consejo directivo ha otorgado más de $65 millones de dólares en subsidios que patrocinan el alcance de adeptos en lo que va de las pasadas cuatro décadas- un retorno de inversión que enorgullecería al Sr. Coffield.

El apoyo brindado a las iglesias afectadas por las inundaciones tras el paso del huracán Harvey en agosto del 2017 ha sido una parte importante en la recuperación a lo largo y ancho de la Diócesis. Las congregaciones afectadas inmediatamente recibieron capital de ayuda para la recuperación de edificios, déficit de ingresos, apoyo al clero y a los empleados, dando un total de más de $5.5 millones de dólares. En algunos casos la fundación se asocia con la institución de Desarrollo y Apoyo Episcopal para trabajar entre las comunidades que fueron impactadas, para empoderar a las iglesias a que continúen haciendo la labor de Dios mientras que se acostumbran a la “nueva” normalidad. Un programa como este, atiende casos de violencia domestica y agresión sexual, mismos que han incrementado en algunas comunidades después del paso del huracán Harvey, debido a la agitación personal que se experimenta y la pérdida de empleos.

“Inmediatamente después del paso del huracán Harvey, era importante realizar una evaluación de las necesidades de cada congregación e ir priorizándolas”. Dijo David Fisher, el director de la fundación en la Diócesis. “Queríamos primeramente que nuestras congregaciones contaran con el apoyo para que en turno estas pudieran apoyar a sus comunidades y contamos con el privilegio de seguir con esa labor”.  

Varios subsidios en el 2018 ilustran la amplitud de ministerios apoyados por las fundaciones diocesanas.  Los subsidios han alcanzado a un grupo de gente especialmente vulnerable en la Sección 8 del Departamento de vivienda y desarrollo urbano (HUD por sus siglas en inglés) en Nacogdoches, inmigrantes latinos en Austin y pacientes de cáncer en Gaza.

La Iglesia de Cristo en Nacogdoches recibió el subsidio Misión Estratégica (Strategic Misión Grant SMG por sus siglas en inglés) para llevar a la iglesia a los residentes de bajos ingresos y con incapacidades físicas que viven cerca de la Iglesia de Cristo. El subsidio Misión Estratégica es apoyado por la fundación Obispo Quin, la Fundación Episcopal de Texas y la Fundación de la Gran Comisión, con un enfoque en el crecimiento de la iglesia y la profundización en las relaciones de los beneficiarios con sus comunidades respectivas.  La comunidad misionera del centro Independence Manor, guiada por los miembros de la Iglesia de Cristo, sirve para afianzar amistades en crecimiento con una forma innovadora de suplir necesidades dentro de la comunidad.

En el 2018, La Fundación Episcopal de Texas brindó un subsidio de $200,000 dólares a El Buen Samaritano con el fin de apoyar programas de alfabetización familiar y de salud, además se otorgaron $100,000 dólares para sus necesidades operativas del 2018. El Buen Samaritano es un ministerio de alcance de la Diócesis comprometido con ayudar a los Latinos y otras familias del área central de Texas a poder llevar una vida más saludable, productiva y segura a través de cuidados para la salud de alta calidad y a costos accesibles, servicios educativos y de estabilidad económica. 

La Fundación del Obispo Quin, establecida en 1943, apoya el crecimiento de la iglesia en varias formas: a través de la reurbanización, subsidios sabáticos y subsidios de sanidad además de contar con presencia en el programa subsidio Misión Estratégica. En el 2018, el Obispo Quin otorgó al hospital Al Ahli Arab en la ciudad de Gaza $300,000 dólares, para el diseño de un centro nuevo de radiación oncológica para dicho hospital, como parte del ministerio de la Diócesis Anglicana de Jerusalén. El proyecto se dio en sociedad con MD Anderson quien brindará tratamientos de radiación con rayos externos para pacientes con cáncer.

Consulte este vínculo para mayor información relacionada con las fundaciones diocesanas www.epicenter.org/foundations