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Apr 27, 2017 | The Rev. Janssen Gutiérrez

La Pascua en San Mateo

La Iglesia Episcopal San Mateo celebra la Pascua con mucha tradición, sabores y costumbres.

 

La Parroquia de San Mateo vive la pascua con mucha pasión. La influencia cultural se hace presente con sabores, gustos, costumbres, tradiciones y valores los cuales se reavivan cada Semana Santa. Entre la comunidad surgen actores espontáneos que se organizan para mostrar de una manera palpable el camino de la cruz, con un Jesús sufriente que encuentra en el pueblo dos tensiones presentes continuamente, entre la aceptación en una bienvenida con euforia y la negación con un rechazo inconsciente. Ese es el camino de la cruz, un camino que nos invita a seguir adelante con el llamado de Dios, pero al mismo tiempo en medio del sufrimiento el deseo de dejar la cruz y ceder a la negación de la fe.

En San Mateo la pascua de resurrección es una nueva oportunidad de abrazarse a la cruz de Jesús y mirar más allá de un sepulcro vacío. Es el tiempo de buscar la resurrección personal sobre las tensiones que desean opacar la vida y enterrar nuestros sueños. La pascua se convierte en esa fuerza vivificante que anima al pueblo a ver nuevamente la luz de Dios en sus vidas, y ser capaz de sentir el mismo Espíritu que levantó a Cristo de entre los muertos, y con esperanza nos da la oportunidad para levantarnos y alcanzar los sueños más imposibles.

En cada pascua la comunidad de San Mateo busca con mucho ánimo encontrarse con el resucitado. En los evangelios se nos cuenta cómo los discípulos regresaron a su reunión habitual para orar y pedir a Dios una respuesta ante los hechos. La muerte de su maestro y ahora la desaparición de su cuerpo. La respuesta de Dios es sorprendente, Jesús aparece en medio de ellos. La evidencia de la resurrección no está en el sepulcro vacío, sino en el encuentro con el resucitado. Es la experiencia más extraordinaria que el ser humano puede tener.

En San Mateo se invita a cada persona a buscar ese encuentro personal con el Cristo resucitado, porque sabemos que después de esta experiencia nadie puede permanecer igual. Los primeros discípulos después de encontrarse con el resucitado no fueron los mismos.

Pedro se convirtió en un predicador de fuerza y hacedor de milagros.

Juan y Santiago predicadores y evangelistas.

Saulo de Tarso (Pablo) que antes fuera un perseguidor de la iglesia, será el testimonio más contundente de la experiencia con el resucitado. Convirtiéndolo en el más grande predicador y evangelista de todos los tiempos.

En San Mateo se invita a todos a tener esta experiencia pascual, podemos visitar la supuesta tumba vacía de Jesús y seguir siendo los mismos. Pero si te encuentras con el resucitado con toda seguridad no serás el mismo. Pidamos a Dios una experiencia con el resucitado. ¡Amén!